PATRIMONIO | Restaurada la saya burdeos en tisú de oro con bordados en hilo de oro

Saya confeccionada a partir de una pieza frontal bordada posiblemente de una casulla u otra vestimenta litúrgica, del siglo XIX muy probablemente.

Esta se presentaba como una delantera ya adaptada como saya para virgen de candelero erguida y un par de mangas, en distinto género, con unos apliques en las mangas procedentes del mismo tejido bordado. No había pecherín o corpiño, se donó tal cual.

Debido al candelero sentado de la Virgen de las Angustias, las veces que se le ponía este delantal se doblaba a la mitad para lucir a su altura, sin que el anclaje del Cristo fuese apto para colocarla desde la cintura. Se usaba otro corpiño de otro conjunto de similar color para cubrir el busto de la Virgen.

Los trabajos han consistido en confeccionar un terno completo de nueva factura donde incorporar las piezas bordadas, para su mejor lucimiento. 

Se ha procedido a cortar y conformar un diseño horizontal que favorezca su lucimiento en nuestra virgen sentada, dando una parte para la confección del corpiño a modo de pechera bordada, circundada por el antiguo encaje entrefino que poesía el ribete inferior de la saya.

Se han respetado las tiras bordadas que formaban las anteriores mangas, suprimiendo los dos escudos.

Todo ello se ha montado sobre el revés de un tejido de tisú de oro sintético en color granate, que le sirve de fondo y cuerpo para la nueva pieza completa adaptada a nuestra titular, mangas, puñetas y saya. Se ha dispuesto de un nuevo encaje de oro entrefino para los remates de saya y mangas. La saya está cerrada por otro sintético en la parte donde termina el tisú bordado para favorecer visualmente la continuación de un tejido a otro. Presenta una abertura vertical de cintura a media saya, para favorecer el anclaje del Cristo a la Virgen.

Los trabajos han sido realizados por nuestro hermano D. Francisco Gutierrez Vazquez.

Junto a la saya, ha sido donado un juego de tres agujas de pecho en plata de ley hechas en Santiago de Compostela y ofrecidas en la SI Catedral de la misma ciudad.




Comentarios